Espiritismo, el Juego de la compa.
Información general, introducción
El espiritismo es una doctrina originada en Francia a
mediados del siglo XIX, cuyo máximo exponente ha sido Allan Kardec (1804-1869).
Esta doctrina establece que los espíritus (almas de los hombres y mujeres que
han dejado su envoltura corporal) pueden
entrar en contacto con los seres vivos encarnados.
Kardec define al espiritismo como la ciencia que estudia
la naturaleza, origen y destino de los espíritus, además de su relación con el
mundo corporal y como filosofía, ya que estudia las consecuencias morales que resultan
de esas relaciones, es una creencia en que los espíritus de los muertos
conservan un cuerpo material y pueden comunicarse con los seres vivos.
Una práctica espiritista es el juego de la copa, en donde
se reúne un grupo de personas para intentar comunicarse con espíritus. El juego
consta de armar un circulo con letras del abecedario de la A a la Z, los números
del 0 al 9, las palabras SI, NO, y ADIOS ubicando una copa volteada al medio de
lo antes mencionado; los jugadores apoyan su dedo Índice en la base de la copa
y comienzan a hacer preguntas, si la copa comienza a moverse significa que el
juego ya comenzó. Para finalizarlo deben despedirse del espíritu y él debe
autorizar la finalización del encuentro, una de las reglas es no sacar el dedo
antes y no voltear la copa, de ser así el espíritu se escapa y queda entre los miembros que participaron del juego.
Este juego se da debido a que mucha gente se ve atraída
por la posibilidad de contactar con un ser querido ya muerto, otros sólo por
curiosidad y otros para pasar el rato. La verdad es que con el tiempo este
juego está variando el destino del contactante en función de las nuevas
creencias. Por ejemplo hay quien la utiliza supuestamente para contactar con
seres extraterrestres, seres de otras dimensiones o ángeles. En definitiva,
parece que el juego del tablero hoy en día nos ofrece numerosas posibilidades.
Importe
espiritual
Ciertamente nadie que conozca y ame a Dios busca su
dirección por medio de este juego. Dios se da a conocer (se revela), no por
medio de juegos, sino a través de Su Hijo, Jesucristo. Él nos lo enseña todo en
la revelación que confió a Su iglesia. Quien desea buscar la verdad va a las
Sagradas Escrituras y a las enseñanzas de la Iglesia. Entonces, con el corazón
abierto al Espíritu Santo sabremos cómo aplicar las enseñanzas a la vida
diaria.
No se puede justificar el uso de la copa con el pretexto
de entretenerse y curiosear lo oculto. La verdad es que al jugar se hace
contacto con el demonio cuyo objetivo es llevarnos el infierno. El demonio,
siendo mucho más inteligente que nosotros, tiene conocimientos que nos parecen
maravillosos y que los utiliza para atraparnos y engañarnos. Puede además
imitar voces y apariencias de personas que han muerto. No debemos buscar
conocer más de lo que dios no nos permite mostrar de forma natural.
Esta práctica se encuentra claramente en contra del
primer mandamiento que plantea la Iglesia Católica, el cual prohíbe apelar a
otro espíritu fuera de Dios. En uno de sus pasajes del libro sagrado para los
católicos (la biblia) da un ejemplo de ello. “El rey Saúl recurrió a una mujer
de Endor para conjurar el espíritu del difunto profeta Samuel y fue castigado
por Dios (1 Sam 28: 8-17).”
Por lo tanto, los católicos y la iglesia nos enseña y recomienda a quienes hayan
jugado, arrepentirse y confesarlo como una desavenencia al primer mandamiento
ya que el relativismo nos hace creer que todo lo que del diablo se dice es un
juego y no existe un ser malvado que puede meterse en nuestros hogares e
intentar destruirnos, es así sin darnos cuenta que se realizan esas prácticas
que le abren las puertas del mas allá. El demonio es inteligente, conoce
nuestras debilidades y sabrá como usarlas en nuestra contra si lo dejamos,
aprovecha espacios y nos engaña, nos hace creer cuentos fantásticos para
finalmente ingresar en nuestras vidas y en nuestro espíritu.
Bibliografía
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